3/17/2006

My little game

Once I had.. a little game
I liked to crawl back in my brain.
I think you know the game I mean.
I mean the game called ’go insane’
Now you should try this little game...
Just close your eyes, forget your name.
Forget the world, forget the people,
and we’ll erect a different steeple.

This little game is fun to do.
Just close your eyes, no way to lose.
And I’m right here, I’m going too.
Release control, we’re breaking through.

3/05/2006

El arco Torii

La lluvia cae con fuerza, embargando el ambiente con el olor a tierra humeda, y haciendo resaltar contra el cielo, la yá de por sí imponente silueta del arco Torii. Este arco, pensado para purificar el espíritu de aquellos que bajo él rezen a las fortunas, y para servir como cobijo a caminantes para las frecuentes tormentas en Rokugan, acoge esta vez a dos figuras.


Ninguna de las dos figuras tiene espíritu para rezar. Ninguna de las dos figuras ha visto en el arco Torii nada más que un refugio para sus cansados cuerpos, un breve descanso de la lluvia que les cala hasta los huesos, a pesar de las gruesas capas de bambú y los sombreros para la lluvia. Ninguna de las dos figuras habla. Cabizbajos, por el peso del agua en sus ropas, y el del honor en su corazón, esperan a que amaine. Ninguna de las dos figuras se ha percatado de la sombra que se mueve a sus espaldas.


En el tiempo que trascurre entre un latido y otro de los apesadumbrados corazones, la sombra da un paso al frente, y Shiba Eichi gira sobre sí mismo, llevando las manos a su katana, y apartando los ropajes que estobarían su golpe de iaijutsu, al tiempo que interpone su propio cuerpo entre la sombra y Seichi.


Detén tu golpe, Samurai – grita la sombra – No es mi intención cruzar mi acero contigo.

Expirando, Shiba Eichi deja que toda la energía que su cuerpo había acumulado en milésimas de segundo, escape de él como el agua que se derrama de un vaso, y aún receloso, se dirige al miembro del clan escorpión recién salido de las sombras.


-¿Es costumbre en estos parajes acechar así a un Samurai?

-¿Acechar? Mi llegada no ha podido ser menos silenciosa, Fenix, no me culpes de que las penas de tu corazón te nublen el sentido del oido.
-¿Qué sabes tú de mis penas, Escorpión?

-El motivo de tomarme la molestia de venir hasta aquí, Shiba Eichi, no ha sido hablar de tus penas.

-Sabes mi nombre, pero aún no me has dicho el tuyo, Escorpión.
-Mi nombre es Shosuro Natsuo, y tan solo he venido para comunicarte una noticia: Tal vez te interese saber, que el castillo Suboten está preparando los funerales de Matsu Ino.


Seichi, que escuchaba esta conversación protegido detras de las piernas de su padre, se estremece por el frio, y Eichi por unos instantes, le lanza una mirada de ternura.


Al volver a levantar la vista, Natsuo se ha desvanecido......