4/29/2006

Espada de Gedeon IV

Es dificil conducir a toda hostia por londres para alguien que no está acostumbrado a su tráfico, e ir pensando en mil y una cosas distintas, no ayuda precisamente a esquivar coches. Tan solo tengo unos minutos para recoger al crio, luego, si la gente del chino es la mitad de eficiente de lo que demostraron en Madrid, el colegio se llenará de gente, y entonces no tendré nada que hacer. Me jode un montón tener que hacer el trabajo yo solito, pero es lo que toca. Me dijeron que era un trabajo rutinario, que era muy facilito. -Unas fotos, y listo. No es muy complicado- dijeron.. así que por si acaso, me traje la Star. Siempre que dicen que algo no es complicado, se acaba liando parda, y esto no parece que vaya a ser una excepc.. Mierda, otro puto autobus que se empeña en ir por su carril, joder, o dejo de divagar, y me centro en conducir, o me acabo tragando un arbol. Vuelvo a meter segunda, acelero, oigo el quejido del motor, y meto tercera. Es todo lo rápido que puedo ir sin llamar en exceso la atención de la policía, aunque ahora mismo, parece que están más ocupados con lo del chino.. Todavía voy a deberle un favor..



El colegio está a las afueras de Londres. Uno de esos internados para niños superdotados, una carcel para niños con talento. Una antigua mansión victoriana, con las máximas medidas de seguridad, pero eso sí, completamente discretas. Y es que el estilo Europeo se nota, no como esos yankis, con todas las cámaras bien a la vista..


Piso el freno a fondo, hasta que noto los violentos golpes del pedal, por el ABS, y me llevo la mano al cinto, hasta sentir el frio tacto de la Star, justo donde debería estar.


Mi enlace en el colegio está avisado, y debería estar sacando al niño por la puerta dentro de un par de minutos. Es un internado, así que no puedo esperar a la hora de salida sin más, ni llevarmelo por las buenas. Necesitabamos un enlace dentro del colegio, alguien que trabajase alli, y estuviera dispuesto a entregarnos al crio, y de eso, se ocupó la Fundación. Yo solo tenía que preparar la cobertura para la extracción, vigilar al chino y a sus compinches, sacar fotos, y si podia pillarle con algún trapicheo de poca monta, denunciarlo a las autoridades, para ponerlo un poco nervioso y que el grupo operativo pudiera hacer precisamente lo que yo estoy haciendo ahora. Sacar al niño de Londres. No es mi trabajo hacer esto.. No tengo la cobertura necesaria.Para una operación de este tipo, necesitaría al menos dos compañeros cubriendo la zona con armas automáticas, de forma discreta, por si los hombres del chino hacen acto de presencia, pero soy así de idiota.


Reviso una vez más el montón de planos que he estado haciendo durante esta semana, y preparo mentalmente un par de rutas de escape, miro por el retrovisor y todo está despejado, justo delante de mí, nuestro hombre está sacando al crio. Vuelvo a mirar por el retrovisor, y veo un monovolumen que se acerca. La jodimos, los hombres del chino. Suelto el embrague y el Rover sale hacia la puerta del colegio, me subo a la acera, y abro la puerta del copiloto. -Up, now!! grito mientras el hombre empuja al crio dentro del coche, y se sienta junto a él. Vuelvo a soltar el embrague, y voy subiendo marchas mientras acelero hasta el límiteque me permite el sentido común. Ese límite que me hace conducir como un cafre, pero que no me distingue del resto de cafres con prisa que pueblan todas las grandes ciudades, no quiero llamar la atención.


Lástima que los hombres del chino no opinen lo mismo.