5/03/2006

Crónica de mi viaje a Mariendburg

Tras hacer los preparativos pertinentes a mi partida, me puse en camino hacia Mariendburg, a la recepción a la que ........ me había invitado, supongo que será otra de esas interminables orgías políticas en las que solo se hace ostentación de poder, pero esta vez hay un asunto que me preocupa, lo suficiente al menos como para hacerme salir de esta mi bienamada tierra. Aunque mucho me aflige la marcha, más me afligen los temas que en esa reunión se tratarán. A pesar del amargo sabor de boca que me causa, siempre llevaré conmigo mi Rumanía querida.


Primera noche:


El viaje transcurre sin incidentes. Mientras intento distraer mis cavilaciones con el bello paisaje nocturno, no cesa en mí una extraña sensación de intranquilidad, que vá creciendo a medida que los húmedos bosques rumanos ceden protagonismo a los grupos de coníferas germanas, si tan solo pudiera adelantarme....


Segunda noche:


La noche transcurre tranquila según nos acercamos a Mariendburg, pero mi alma está intranquila, tendré...


Mis pensamientos se han visto interrumpidos por unos zíngaros que pedían ayuda al borde del camino, he dado orden a mi aparecido de que se ocupe de todo. No es extraño ver zíngaros por esta zona ocupándose de sórdidos asuntos, y si no fuera por el tamaño del grupo, por el servicio que los de su condición me han prestado más de una vez, y porque ni el lugar ni las circunstancias son las apropiadas, me habría divertido con ellos. Por ahora he de centrarme en el asunto que hasta aqui me trae.


Tercera noche:


Mi descanso es cada vez mas dificil, a pesar de llevar mi tierra en mi pecho, esta infame tierra germana turba mis sueños.


De nuevo he sido importunado, esta vez por un solitario caminante de las sombras que había perdido su montura.

Es un curioso cainita que se dirige a Mariendburg, y el mencionar este hecho fue sin duda lo que le salvó... Tal vez más adelante pueda serme útil, por ahora tendré que conformarme con su animal.


Cuarta noche:


He llegado al final de mi viaje, la recepción será esta noche, y la prudencia me inclina a no escribir más por el momento, no hasta saber más.


Las cosas se han precipitado, he asistido a la más infame declaración de guerra.. Quieren Rumanía, y la quieren por las armas.. la cuestión ahora es: ¿como salvar lo que tanto amo? No sé en quien puedo confiar, todo el mundo busca su propio bien, y así como en ocasiones la necesidad fuerza extrañas alianzas, mucho me temo que no será este el caso. Son fuertes y están unidos, mientras nosotros cada día somos menos y más distantes nuestras posturas.. Ellos están aquí, los siento.. tal vez ellos nos dén la ventaja q necesitamos, aunque no debo poner demasiadas ilusiones en ello, son independientes por naturaleza..